PONGO DE MANSERICHE
El Pongo de Manseriche]] se encuentra en el distrito de
Santa María de Nieva, provincia de Condorcanqui, departamento de Amazonas, al
noroeste del Perú. De todos los pongos que existen en el país, tal vez sea el
más conocido.
CARACTERISTICAS:
En su recorrido estos cursos de agua se han enfrentado a las
condiciones del relieve y han formado, dependiendo de las depende
circunstancias, desde amplios cauces hasta cañones profundos. En ocasiones,
cuando por la fuerza de la pendiente un río logra atravesar la cordillera
oriental, conforma lo que en el Perú se denomina pongo (palabra derivada del
quechua punku, que quiere decir "puerta").
UTILIDAD
Los Pongos revisten una gran utilidad porque por lo general
son los canales de agua que permiten conectar dos cuencas. De esta forma,
siguiendo sus aguas se han podido integrar territorios, a veces dispares.
Éste es el último obstáculo que debe enfrentar el río Marañón
en su intento por alcanzar la llanura amazónica. En su recorrido de oeste a
este, el Marañón va recibiendo aportes de distintos ríos, en especial de los
afluentes por el norte, pero el de mayor importancia es el gran río Santiago.
Antes de Manseriche, el Marañón ostenta un cauce cuyo ancho varía entre 250 y
400 metros, pero a medida que empieza a travesar los doce kilómetros de
cordillera, empieza a estrecharse hasta que aparecen las paredes casi
verticales del pongo que oscurecen el cauce en los cuatro kilómetros de la
parte central de su recorrido.
En este punto, el ancho es de sólo 35 metros, lo que lo hace
especialmente peligroso por los remolinos o muyunas que suelen formarse. Cuando
el río Santiago (afluente del Marañón en el inicio del pongo de Manseriche)
incrementa su caudal debido a las lluvias en las cabeceras de su cuenca, el
caudal del Marañón también se incrementa, y con ello atravesar el pongo se hace
muy peligroso. En las paredes rocosas al inicio del pongo, hay marcas pintadas
por lo lugareños que indican hasta qué punto es seguro atravesarlo.
HISTORIA
La primera noticia del pongo de Manseriche data de 1558,
cuando un grupo de expedicionarios españoles en busca del mítico Dorado se dejó
arrastrar por la corriente. La expedición estaba comandada por Juan Salinas
Loyola, sacerdote jesuita de Ecuador, que describe el pongo como "una
terrorífica serie de torrentes y remolinos". En 1619, el pongo es
atravesado por el capitán Diego Vaca de Vega. En 1693, el padre Samuel Fritz,
sacerdote jesuita checo también atraviesa el pongo y establece los orígenes del
Marañón en la laguna de Lauricocha. En 1743, La Condamine atraviesa esta vía
fluvial.
El 26 de octubre de 1869, la cañonera peruana BAP
"Napo", al mando del teniente primero AP Manuel Melitón Carvajal
Ambulodegui, logra remontar por primera vez el pongo de Manseriche, no sin
dificultades, lo que obligó a la nave a usar toda su fuerza.
En junio de 1899, el estadounidense F. W. Up De Graff
remontó este pongo en compañía de otros aventureros, buscando "el oro de
los incas". Sus peripecias las relata en la obra Cazadores de cabezas del
Amazonas (Head Hunters of the Amazon), en la que también describe la
convivencia con la tribu de los antipas y la visita a las ruinas de la colonia
de Borja, atacada por los huambisas hacía más de 30 años.
El 21 de febrero de 1933 una escuadrilla de tres
hidroaviones Douglas O-38P del Cuerpo de Aviación del Perú (CAP) que se dirigía
de Paita (Piura) hacia Iquitos (Loreto) en pleno Conflicto de Leticia de
1932-33 fue sorprendida por una terrible tormenta tropical forzando un
acuatizaje, la turbulenta corriente los arrastró hacia el pongo, al intentar
despegar una de las aeronaves se estrelló contra una de las riberas perdiendo
la vida el Alférez Alfredo Rodríguez Ballón, todos los tripulantes de la
escuadrilla y los aviones fueron rescatados por los indios huambisas y
aguarunas de la zona.
En años recientes el pongo de Manseriche ha sido y es
transitado con mayor frecuencia gracias a las lanchas a motor que cada vez
imprimen mayor potencia a las embarcaciones. Es común apreciar embarcaciones
con motores de 80 HP atravesar con facilidad este reto de la naturaleza.
APROVECHAMIENTOS ENERGÉTICO
En la actualidad los pongos no son sólo sinónimo de
dificultad, peligro o aventura, sino que también señalan un potencial
desarrollo energético por aprovechamiento de las caídas y la fuerza de las
aguas, lo que permite, al menos en teoría, convertir esa energía hidráulica en
energía eléctrica. De ello se tienen varios ejemplos en el Perú, donde las
aguas del pongo del Mantaro han sido aprovechadas por la central hidroeléctrica
Santiago Antúnez de Mayolo, y las aguas del río Santa han sido aprovechadas por
la central hidroeléctrica del Cañón del Pato para generar la energía que
necesitan, respectivamente, las regiones del centro y del norte de este país.
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